Las enseñanzas del Tano Riggio

Víctor Riggio hizo la "Gran Tano" cuando terminó el clásico ante Central Norte. Cuando los pibes querían festejar el campeonato -para algunos de ellos era el primero- el Tano los mandó a tapar los pozos que se hicieron en el campo de juego.


¿Tribunero? ni a gancho... el Tano es un caso en 10 millones. El DT dio una muestra de humildad a muchos. Resulta que a penas terminó el partido Riggio juntó a todos en el centro del campo y mandó a varios pibes a que vayan a tapar los pozos que se generaron en el campo de juego.

Los chicos estaban asombrados, pero obedecieron. Allí estaban agachados Luciano Estrada, Facundo Sanchez, Carlos Ramadan, Tomas Basualdo, Maxi Martinez y Camacho.

Todos miraban de reojo al Tano para ver si se metía al tunel para que termine la tarea extra que pidió el DT... pero no. Cuando terminó de dar las entrevistas, se dio vuelta y fue a ver a los pibes.

A uno de ellos lo paró de pecho y le preguntó si sentía vergüenza de estar tapando los pozos... y ahí nomás le dio una lesión de humildad... "Mirá querido... te tenés que arrodillar y volver a plantar con la mano lo que rompieron con el pié... este es tu lugar de trabajo y hay que cuidarlo papá"... decía el Tano mientras se agachaba y cubría con su mano y un poco de pasto uno de los huecos que se generaron durante el partido.

"Un día el Tano me dijo que agarrando el pedazo de pasto que se había levantado y volviendo a ponerlo en su lugar, en dos días estaba nuevamente firme en el suelo... yo no le creía al principio pero después le tuve que dar la razón... El Tano es un enfermo del campo de juego y no me extraña que haya mandado a los pibes a tapar los pozos", nos contaba Ramiro López quien no se fue a festejar con los jugadores al vestuario sino que seguía atentamente al Tano en su locura por el verde césped.

"En un par de horas, Salta se va a mostrar al país jugando con San Lorenzo... y yo no quiero que vean pozos. Así que si mis jugadores rompieron el campo, ellos lo tienen que arreglar... esto no debería sea algo raro... para nada esta debería ser una práctica de todos los jugadores... este es nuestro lugar de trabajo y el que no lo cuida, no cuida su trabajo", señaló Víctor Riggio cuando se iba del estadio.