Sarmiento es de la etnia chorote. Antes de subir al ring su padre don Héctor Sarmiento dirigió una palabras al público del Delmi agradeciendo que El Tribuno le diera la chance a su hijo de disputar una final de boxeo. Lo hizo en chorote primero y en castellano después. Luego vinieron representantes de las comunidades aborígenes de la Provincia y le dieron una bata después de realizar un rito tradicional.
En medio de todo eso ingresó Fernando López Cámara un joven que pasó por diferentes versiones de las artes marciales, e incluso fue a vivir a Japón para mejorar su técnica de combate. De regreso se enteró que estaba abierta la inscripción para el campeonato vecinal y se sumó a los más de 200 púgiles de los barrios salteños que buscaban un título.
En el ring todo fue de López Cámara. Sarmiento era un espectador de lujo que lo despabilaban cada 10 segundos con efectivos golpes a la cabeza. Alfredo castigaba y todo era cuestión de tiempo para que esto se termine.
Fue en el segundo asalto y el festejo no tuvo ribetes japoneses ni mucho menos, el festejo fue bien salteño.
El dato
Alfredo López Cámara practicó unos ocho estilos de artes marciales y se quedó con el pakua, un arte marcial que sería muy similar al "vale todo" que surgió del desarrollo de las escuelas de Kung-Fu, y especialmente a la de los estilos internos Tai-Chi, Hsing I y Pa-Kua-Chuan. Así es que el nombre de "Pa-Kua" tomó popularidad en las distintas partes del mundo.
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