Desde hoy vamos a dedicar los salpicones.
El primero es para Mario Látigo Rodríguez, ex arquero de Central Norte, quien ahora cumple funciones de asistente del equipo. Lo queremos recordar por un incidente de octubre de 1994 cuando recibió 13 perdigones en su pierna derecha disparados por la policía: "Ganamos el clásico contra Juventud Antoniana y fuimos campeones salteños. Los hinchas se metieron a dar la vuelta, pero los de Juventud reaccionaron. La policía intervino, tiró gases y balas de goma contra la hinchada de Central. Yo me interpuse en la línea de fuego y me dispararon al cuerpo". Nuestra dedicatoria a un tipo que siempre le puso el pecho a las balas, incluso cuando sucedió el bochornoso incidente del partido entre cuervos y 9 de Julio -fue sancionado al Tano Riggio- cuando supuestamente era el mensajero de los DT.
El partido entre cuervos y ferroviarios tuvo muchas cositas para tener en cuenta... comenzamos con el adelantamiento del partido. Todos sabían que arrancaba a las 22, pero a las 21.45 el árbitro le dio sonido al silbato... ¿las razones? los viajes de regreso ya que hay partido de entre semana... pero ¿15 minutos? no es nada. Los santiagueños terminaron saliendo del estadio a las 1.00 de la madrugada.
Cuando terminó el partido Omar
Jorge dijo: "No son hinchas de Central los que en el primer tiempo ya estaban
insultando a los jugadores. Hay que darle la oportunidad de revertir la
situación y después que termine el partido pueden decir lo que quieran. Es
gente que no siente la camiseta de Central, para mi son infiltrados" (sic)
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| Omar Jorge tocandose el corazón e intercambiando palabras con los hinchas. |
Lo que sucedió antes fue que el DT se comió las puteadas de los hinchas todos el partido, incluso la popular les dedicó un par de temas al equipo ("La camiseta del cuervo se tiene que transpirar"...) cuando estaban 3 a 1. Al término del partido Jorge se dio vuelta y señalando el corazón dijo que el equipo tenía sangre y los hinchas eran pechos fríos... apuntando a la platea. Unos 8 hinchas se le fueron al humo con insultos y escupitajos. El DT nunca paró con el cruce verbal... Esto le va a traer consecuencias.
Siguiendo con ese tema de calentura, el que se ligó una tarjeta con el partido terminado fue Cristian Zurita quien le fue a reclamar al árbitro que haga jugar un par de minutos adicionales por las interrupciones que tuvo el partido. El tucumano Argañaraz se puso como loco y lo amonestó... una amarilla tonta para el Lula.
El árbitro fue un desastre... para los dos. Los santiagueños sintieron que le volcaron la cancha y sobre todo cuando llegó el tercer gol y Albornoz quedó tendido en el sueño. Todos pensaron que fue un circo del Oso, pero ahora la mostramos lo que pasó. ¿Cómo terminó todo? al defensor le tuvieron que hacer un punto en la oreja.
Hablando del Oso... ¿vieron como festejó el gol con Beraldi? el Oso lo agarró de los cachetes y le puso un pico tremendo (léase "pico tremendo" a un beso prolongado tocando los labios de ambas personas sin que la lengua explore la boca de ambos individuos) el volante se resistió pero no pudo con la fuerza del grandote defensor... bastante singular el festejo...
Hablamos del árbitro... pero la policía... le abrió la puerta a los hinchas de Central Córdoba para que descuelguen las banderas. Eso es una falta total al reglamento porque no se puede interrumpir un partido porque la propia policía dejar pasar a hinchas. Pregunta: llegan de concertina los alambrados para que no pasen los hinchas y los de azul les abren la puerta... mirá que no se les ocurrió correr a agredir a alguien porque el estado físico de los muchachos de azul no debe ser tan bueno, y la otra... ¿cobraron el operativo?
Terminó el partido y Nico Issa mostró una remera por muy pocos segundos. "Gracias por todo TATA. Te amo", la dedicatoria era para su familia. La idea era dedicar un triunfo, pero cuando no se puede la remontada heroica es muy buena... y él fue uno de esos motores, como en el segundo gol cuervo donde la mitad del gol fue suyo. Otro que marcó dedicatoria fue Perillo en el primero de sus goles... fue para su hijo y el signo fue el dedo en forma de chupete a su boca.
Arzubialde, DT de Alumni, estuvo viendo el partido en el Martearena junto con periodistas locales. El cordobés sacó muchas conclusiones del juego y se ilusionó con sacar a los oriundos de Villa María del difícil lugar de la tabla que ocupa.
Para el final el lamento de Ragusa. “No lo
puedo creer, dio gusto verlo a Central Córdoba. Jugamos un gran partido y
merecimos ganar. Estaba liquidado, pero lamentablemente aparecieron los errores
del final y nos empataron injustamente”, comenzó diciendo el rosarino.
ñardaaaaaaaaaaaaaaa
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